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Cómo medir la confianza de un equipo directivo

No hace mucho apareció un reportaje en la publicación ‘Equipos & Talento’ sobre las 50 grandes empresas que forman parte del listado Best Workplaces España 2013, elaborado por Great Place to Work, y se incluían las 5 características comunes a los entornos de trabajo excelentes. Era llamativo que el primer indicador era la confianza que los líderes transmiten a sus equipos. O sea que, en empresas enormemente productivas y con un entorno de trabajo agradable, la confianza juega un papel primordial. La reflexión inmediata es casi intuitiva: ¿Cómo está mi línea de managers en confianza?

Desde hace meses vivimos inmersos en esta cuestión, investigando sobre la confianza y estudiando los planteamientos más vanguardistas que desglosan el concepto y apuestan por la mejora de la confianza profesional de los managers. Existe un planteamiento, ‘The trust equation’ que aporta una visión interesantísima sobre este asunto y desglosa la llamada ‘Trust’ en 4 variables: Credibilidad, Fiabilidad, Cercanía e Interés Propio (esta última en negativo, claro). El planteamiento de Charles H. Green es un auténtico impulsor de ideas que te envuelve y te lleva a seguir buscando respuestas. Si confianza y productividad están unidas, sería extraordinariamente útil poder evaluar la confianza de un equipo directivo e incentivar a cada uno de ellos en el autodesarrollo.

Pues ahí está la clave de esta interesante cuestión. Desglosar la confianza en variables, desglosar a su vez estas variables en conductas o comportamientos que se puedan evaluar… y ponerse manos a la obra. Parece claro que en este caso la autovaloración es enormemente proyectiva; es decir, que cada uno se ve a sí mismo mucho mejor de lo que realmente es. Pero si el manager es honesto (incluso aunque no lo sea) la autoevaluación le conduce por un camino de reflexión interior que puede resultar enormemente útil para mejorar la confianza que transmite a sus colaboradores. Esta sería una línea más enfocada al autodesarrollo.

En un sentido más evaluativo, este planteamiento adquiere gran utilidad si la evaluación se lleva a cabo de abajo a arriba. En este caso, el manager es evaluado por sus propios colaboradores y el resultado aporta gran información sobre aspectos fundamentales que pueden impulsar la confianza del manager en el futuro.

Si confianza y productividad están unidos… ¿Por qué no medir e impulsar la confianza de nuestros managers? Puede que ahí se encuentre el secreto del  alto rendimiento.

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