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La confianza, ingrediente clave de la productividad

Desde hace meses, incluso años, estamos escuchando que el secreto de la recuperación está en la productividad. Es la nueva palabra mágica: La canciller alemana Angela Merkel pedía hace tiempo que los sueldos en España se ajustaran a la productividad, el Financial Times alababa el ejemplo del modelo productivo de Mercadona por su productividad…

Se habla mucho de productividad, y siempre aparece ligada a retribución, formación, conciliación y otras políticas de Recursos Humanos… Pero nadie relaciona la productividad con la confianza a través de la línea directiva. Sin embargo, teniendo como muestra los resultados de estudios empíricos que hemos realizado en proyectos de productividad, estamos en disposición de decir que los profesionales que tienen confianza en sus superiores son bastante más productivos.

Lo que no se mide, no se gestiona; por eso el desafío es definir cuáles son las variables que determinan la confianza que las personas tienen en un manager y gestionar después los resultados de la medición. Estos son cuatro conceptos que definen con mucha aproximación la confianza directiva:

  • Credibilidad: El Diccionario dice que es la cualidad de algo o alguien que es creíble, y podemos añadir conceptos como el conocimiento, la trayectoria, el rigor, la ecuanimidad… todos ellos determinan la credibilidad de un manager frente a su equipo de trabajo.
  • Honestidad: Si ubicamos el término en el entorno de la gestión de equipos, estamos hablando de reflejar con hechos lo que se predica, discreción, sinceridad, cumplimiento de promesas… conceptos ligados a la honestidad de un manager que genera confianza.
  • Cercanía: Un directivo que muestra sus sentimientos y emociones de una manera auténtica es un líder cercano; admitir deficiencias, ser claro y asertivo, interesarse por las inquietudes del equipo… todo esto hace que el manager gane en confianza y no sea el jefe frío y distante de antaño.
  • Interés propio: Es la tendencia de algunos mandos de anteponer sus intereses personales a los de los demás. Recordar continuamente sus propios logros, eludir sacrificios y responsabilidades, distorsionar la realidad en beneficio propio… así se manifiesta esta variable negativa de la confianza que puntúa, claro, en contra del grado de confianza.

El desglose permite medir la temperatura de la confianza, evaluando a los managers a través de un 180º o 360º. De este modo tendremos una fotografía fiable de la confianza en la organización. ¿Objetivo? Incrementar la temperatura todos los años con programas de desarrollo directivo bien enfocados. Será la mejor inversión porque la confianza está directamente relacionada con la productividad.

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